El PSOE Palma critica que el equipo de gobierno del PP sigue su hoja de ruta para desmantelar la participación ciudadana en la ciudad
La regidora y la directora general de Participación prometieron llevar hoy las bases de las subvenciones a la Junta Municipal, pero han vuelto a incumplir
El portavoz socialista, Xisco Ducrós, “El PP sigue acumulando incumplimientos. Han dejado tiradas a las asociaciones vecinales, que llevan meses en una situación crítica por su culpa. Tienen un plan calculado para reducir la participación ciudadana y entregar los casales de barrio a la gestión privada”
Desde el PSOE Palma exigimos que el equipo de gobierno del PP deje de boicotear a las asociaciones vecinales y cumpla con sus compromisos. Este nuevo retraso no es un error, es una estrategia para ahogar económicamente a las asociaciones vecinales y debilitar su papel en los barrios. La falta de gestión y la incapacidad del PP para gobernar están llevando a muchas entidades a situaciones insostenibles: han tenido que despedir dinamizadores y personal administrativo porque el Ayuntamiento no cumple con su obligación de convocar a tiempo las subvenciones.
La justificación del gobierno municipal es una excusa, la realidad es que la única responsable es la regiduría de Participación, incapaz de gestionar y sacar adelante unas subvenciones imprescindibles para los barrios.
"Lo que está haciendo el PP es un auténtico atropello a la participación ciudadana. El objetivo del PP es claro: desactivar a las entidades vecinales para que dejen de exigir mejoras para unos barrios abandonados por el alcalde. No lo vamos a permitir." Ha declarado la regidora, Angélica Pastor.
Desde el PSOE Palma, denunciamos que este es otro paso más en la estrategia del PP para acabar con la participación ciudadana en nuestra ciudad:
Recortes en las intervenciones en los plenos municipales, limitando la voz de los ciudadanos.
Falta de compromiso con las asociaciones vecinales, impidiendo su correcto funcionamiento.
Intento de privatización de los casales de barrio, arrebatándolos de la gestión de las entidades vecinales que han trabajado por el bienestar de sus barrios.
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